lunes, 30 de julio de 2012

SOÑÉ QUE TÚ ME LLEVABAS



Soñé que Tú me llevabas
por una blanca vereda
en medio del campo verde
hacia el azul de la sierra
hacia los montes azules
una mañana serena.

Sentí Tu mano en la mía
Tu mano de compañero
Tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva
como una campana virgen
de un alba de primavera
Eran Tu Voz y tu Mano
ensueños tan verdaderos

¡Y  la esperanza quién sabe
lo que se trae la tierra!

Soñé que Tú me llevabas
Amancio Prada

               
La experiencia de Resucitado de Jesús Arroyo está sintiéndose como el eco suave que escuchara Elías en medio de la persecución y la nada. Hemos soñado que Dios mismo nos lleva como la voz de una niña a nuestro oído. Nada ni nadie nos podrá quitar esta sencilla certeza. Por eso también decimos: ¿la esperanza? ¡Quién sabe lo que se trae la tierra! Por ahora, nos fortalecemos y resistimos en la cotidiana vida. Por ahora, cargamos con el sufrimiento de tantas ausencias. Por ahora, nos solidarizamos con toda persona capaz de lágrimas. Y seguimos soñando que Tú nos llevas.

viernes, 27 de julio de 2012

Viví lleno de alegría y sintiéndome acogido como en casa propia

Carta de pedido de Nacionalidad Ecuatoriana, programada para ser presentada a su retorno de España.



+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Fecha: 13 de junio de 2012
Carmelitas Descalzos
Comunidad de Santa Teresita
9 de octubre de  470
Apartado 17 – 03 – 714
QUITO = Ecuador =


Ec. Rafael Correa Delgado
Presidente Constitucional del Ecuador

De mi consideración:

Por medio de la presente quiero hacerle llegar mis mejores deseos de éxito en la gestión que viene realizando como primer mandatario de esa querida nación.  Todo lo que pueda hacer por el bien de ese pueblo al que siento mi pueblo y de ese país al que siento mi país cuenta con mi oración y estímulo, precisamente porque lo siento como algo propio.

Soy un religioso carmelita que llegué al Ecuador el año 1981 cuando acababa de cumplir veintiséis años.  Venía destinado a la entonces Prefectura de San Miguel de Sucumbíos en la actual provincia de Sucumbíos, entonces provincia de Napo.

Lleno de ilusiones trabajé hasta el año de 1986 en la zona de la vía a Colombia y las comunidades campesinas aledañas a La Agrio.  Viví lleno de alegría y sintiéndome acogido como en casa propia entre campesinos y campesinas de las vías a Colombia, Coca y Tarapoa.  Acompañar la vida de las familias que acababan de llegar de toda parte del país en busca de mejores días y sueños  inalcanzables fue mi tarea fundamental.  Acompañarles en las gestiones ante el IERAC, motivar la organización, animar a la legítima defensa de su derecho a tener un pedazo de tierra fueron tareas que hundían sus raíces en su profunda fe en Cristo que se unían en la mía.  Fue un verdadero regalo del Dios de la vida poder vivir junta a ellos estos años.

El año de 1986 pasé a ser párroco de la única iglesia que había en lago Agrio, donde estuve hasta el año 1994.  La vida de los barrios, la formación de sus comunidades cristianas y el alentar la organización barrial ocuparon mis desvelos.  En Lago Agrio me encontró el terremoto del año 198 y tuve la dicha de trabajar arduamente por una población que se sentía desvalida por el aislamiento que el terremoto produjo.  Por ser párroco formaba parte de la junta de Defensa, que al lado de las autoridades y presididos por el militar de más alto rango pretendimos paliar el sufrimiento y la angustia de quienes  más sufrían por lo que había sucedido.  Allí tuve la alegría de acoger a un joven venido espontáneamente de Suiza, de nombre Toni, con quien mantengo todavía una entrañable amistad y que tanto ha hecho por nuestro país y otros muchos.
También debido al cargo de párroco y en aquellos difíciles momentos del Gobierno de León Febres Cordero fui elegido presidente del naciente Comité de Derechos Humanos del Nororiente (CDHNO) que con el apoyo de personas más profesionales fue creciendo y ofreciendo  resistencia a los desmanes que constituían el pan de cada día en una tierra que era considerada tierra de nadie y donde lo importante no eran las personas sino el petróleo que aportaba a la economía del país.

Del año 1990 al 1994 tuve la dicha además de poner en marcha uno de los proyectos más emblemáticos de la Iglesia de Sucumbíos: la Radio Sucumbíos.  Con este medio pudimos soñar que era posible sacar a esta provincia y a la provincia de Orellana, todavía no creada, del aislamiento al que se les tenía relegadas.  Pudimos construir una verdadera escuela de comunicadores de la mano de entidades como CORAPE y ALER, que nos abrieron al mirada al ámbito nacional y latinoamericano.  Logramos integrar a una provincia que todavía no tenía adecuadas vías y escasa cultura de integración por estar formada por pobladores venidos de todas las provincias del país.  Soñamos con un medio de comunicación que aportase a la provincia y por eso mismo el pueblo le puso el nombre con el que la identifica hasta el día de hoy: Radio Sucumbíos.

El año 1994 salí a estudiar tres años y al regreso me fue concedido el privilegio de trabajar con las nacionalidades indígenas que habitan en esta provincia, de manera muy particular con la población shuar emigrada desde Morona Santiago y Zamora Chinchipe y la población kichwa (runa), venida anteriormente del alto Napo.  Además de acompañar a las comunidades cristianas y a sus servidores, tuve la oportunidad de trabajar en el crecimiento del Centro Cultural Indígena P. Ramón López, llamado así en memoria de un Carmelita asesinado el año 1969 en Puerto Libre por defender a la comunidad cofán que allá vivía, actual comuna Sinango’e.  En estos mismos años apoyamos el nacimiento de la Federación Shuar de Sucumbíos con la intención de que la población shuar de la provincia se fuese articulando y apoyando mutuamente en contacto con la Federación Shuar de Macas.

Después de seis años en la ciudad de Quito por responsabilidades de la Orden a la que pertenezco, volví a Sucumbíos para trabajar en uno de los proyectos más ambicionados por los Carmelitas de esa provincia: el Centro de Espiritualidad Monte Carmelo.  Con él queríamos  ofrecer un espacio de reflexión, orientación y cultivo de valores a la población de una provincia siempre asediada por problemas complejos que usted conoce muy bien.  Ese proyecto que sigue llevando adelante por las hermanas de la Compañía de Santa Teresa fue el lugar en el que cerré mi estadía en Sucumbíos por problemas que también son de su conocimiento.

Todo lo vivido ha sido un regalo del Dios de la Vida y es por eso que le solicito de la manera más comedida a su persona, se digne extender el decreto ejecutivo correspondiente para que se me conceda la nacionalidad ecuatoriana por SERVICIOS RELEVANTES prestados.  Eso hará posible mi deseo de contar con la nacionalidad ecuatoriana y sentirme más unido a ese pueblo y a ese país que usted hoy preside.

En espera de una acogida favorable a i ruego, me suscribo de usted atentamente:


____________________________________________
Fr. Jesús M. Arroyo

lunes, 23 de julio de 2012

CARTA DE SOLIDARIDAD DE LAS CEBs NACIONAL


Quito, 21 de Julio de 2012

A los hermanos y hermanas de ISAMIS;

Los Coordinadores de las Comunidades Eclesiales de Base, reunidos en Quito a nombre de todas las comunidades tenemos a bien hacer llegar nuestra más sentida nota de pesar por haber llamado a la presencia de nuestro Dios al P. Jesús Arroyo; que sirvió durante 41 años en este rincón patrio de San Miguel de Sucumbíos, de igual manera a los  hermanos de la comunidad de Carmelitas descalzos.

Su espíritu y su ministerio continúan presente fortaleciendo el caminar de la iglesia liberadora, por la que tanto luchó y dio testimonio de su fidelidad inquebrantable al evangelio.

“Entonces Jesús dijo: ha llegado la hora de que sea glorificado el  Hijo del hombre, en verdad les digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda solo, pero si muere  da mucho fruto” Jn 12, 23-24

Abrazamos y animamos a ISAMIS  a continuar en el caminar, como nos han ido dando testimonio, de esta iglesia que tanto amó y defendió  nuestro querido pastor y hermano Jesús Arroyo.

Fraternalmente,

COMUNIDADES  ECLESIALES DE BASE – CEBs, DEL ECUADOR


En lo más pequeño se encuentra la satisfacción más grande

 Quisiera compartir con Ustedes alguna fotos de la grandeza de nuestro gran amigo y maestro, Jesús Arroyo. Gracias por enseñarnos que en lo más pequeño se encuentra la satisfacción más grande!
Gaby Cevallos - JUCAE





lunes, 16 de julio de 2012

Entrevistas al P. Jesús Arroyo

BUEN DÍA HNOS. DE LA FAMILIA DEL CARMELO: SOY XIMENA SALAS, MISIONERA LAICA, ECUATORIANA. HACE UN AÑO EMPECÉ A REALIZAR UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA CONTRIBUCIÓN DE LAS MUJERES A LA IGLESIA DE SUCUMBÍOS Y COMO YA HABÍA TENIDO REFERENCIAS DEL VALIOSO APORTE DEL P. JESÚS ARROYO A ISAMIS DURANTE MI ESTANCIA ANTERIOR EN ESA IGLESIA; ME ACERQUÉ A ÉL PARA PEDIRLE QUE ME COLABORARA EN EL TRABAJO EN CUESTIÓN. ÉL MUY GNEROSAMENTE, ME BRINDÓ SU TIEMPO DURANTE VARIAS VECES QUE ME ACERQUÉ AL TEMPLO DE STA. TERESITA EN QUITO. ME FACILITÓ TANTO BIBLIOGRAFÍA ESCRITA COMO VARIOS APORTES DE FORMA VERBAL. DE TODO AQUELLO, CUENTO CON DOS ENTREVISTAS GRABADAS EN CASSETTES, LAS CUALES LAS TRANSCRIBÍ PARA TABULARLAS JUNTO CON OTRAS 39 DE OTRAS PERSONAS QUE ENTREVISTÉ PARA MI TRABAJO.

ESAS ENTREVISTAS ME PERMITO ENVIÉRSELAS A UDS. PUES CREO QUE ES UN MATERIAL VALIOSO SOBRE SU PENSAMIENTO REFERENTE AL PROYECTO DE SUCUMBÍOS Y AL TRABAJO DE LAS MUJERES EN ESA IGLESIA Y EN GENERAL EN TODA LA IGLESIA CATÓLICA, LAMENTABLEMENTE EN UN SEGMENTO PEQUEÑO DE LA PRIMERA PARTE, EL CASSETT ESTÁ BORROSO Y ALGUNAS PALABRAS Y FRASES NO SE DISTINGUEN, POR ESO LO PONGO EN PUNTOS SUSPENSIVOS.

EN TODAS LAS ENTREVISTAS QUE  REALICÉ AL P. JESÚS, PUDE VISLUMBRAR UNA MENTE LÚCIDA, UNA VISIÓN GLOBAL Y CLARA DE LO QUE ERA ISAMIS, PUDE DARME CUENTA DE QUE ERA UN APASIONADO DE SUCUMBÍOS, PUES LE ERA AGRADABLE HABLAR DE TODO LO REFERENTE A ESA IGLESIA. CONSIDERO QUE FUE UN GRAN APORTE A MI TRABAJO, AUNQUE ÉL ME PIDIÓ QUE EN LO POSIBLE NO HICIERA CONSTAR SU NOMBRE, DADAS LAS CIRCUNSTANCIAS. ANTES DE SU VIAJE A ESPAÑA LE DEJÉ TODO EL MATERIAL QUE ME PRESTÓ Y JUNTO A ELLO UN EJEMPLAR DE MI TESIS, QUE NO SÉ SI ALCANZÓ A LEERLA. ESPERO QUE LES SIRVA EL ARCHIVO QUE ADJUNTO. EL MATERIAL GRABADO CUANDO NECESITEN ESTÁ A SU DISPOSICIÓN. DOY GRACIAS A DIOS POR LA VIDA DEL P. JESÚS. ATTE.: XIMENA. 

Ofrecía gratuitamente lo que tenía y esperaba gratuitamente lo que necesitaba


No era un día claro y las fotos no son buenas pero  al aumentarlas se ven muy bien.

Para mi son muy significativas, hablan por sí solas y en estos momentos todavía más.

Yo diría que Jesús ofrecía gratuitamente lo que tenía y esperaba gratuitamente lo que necesitaba. 
 
María del Carmen del río


viernes, 13 de julio de 2012

Testimonio sobre el P. Jesús Arroyo

Soy el Hno. Walter Eras López de la Congregación de los Hermanos Maristas.

Conocí al P. Jesús Arroyo desde Mayo de 1999, al formar parte del equipo Misionero EPI Aguarico, ubicado en el Km 20 de la vía a Quito. El vivía en el Epi Centro. (EPI Equipo de Pastoral Indígena)

El P. Jesús Arroyo era una persona sencilla, cercana, muy alegre, muy jovial, era el que ponía la alegría en los diferentes encuentros  comunitarios que teníamos. El P. Jesús tenía una fe y confianza en Dios muy profunda. Se le veía muy feliz viviendo su vocación. Siempre repetía el dicho “que les atropelle la felicidad”. Siempre fue un buen Pastor y este don fue reconocido al integrar  la terna para la designación de nuevo Obispo de Sucumbíos en reemplazo de Mons. Gonzalo.

Defendía a capa y espada los momentos comunitarios. En cierta ocasión en una reunión de los equipos misioneros de la pastoral indígena, estábamos discutiendo la conveniencia de reunirnos cada dos meses en vez de mensualmente, el P. Jesús intervino y nos dio un sermón de vida comunitaria y de equipo, decía que no es posible formar un equipo de pastoral indígena si no teníamos reuniones más frecuentes  y nos alejaríamos de uno de los objetivos de ISAMIS la formación de la iglesia comunidad. No se puede hablar de comunidad si sus miembros  no se reúnen para dialogar, orar  y reflexionar juntos.

El P. Jesús vivía de manera muy sencilla, con lo mínimo necesario y muy cercano a la gente.  Cuando alguien llegaba a la comunidad del EPI Centro siempre era acogido  con amabilidad, invitando a servirse un café o cualquier bebida refrescante.

El P. Jesús se preocupó por crear material para la catequesis de las comunidades indígenas, adaptando los textos a la realidad de las etnias con las cuales trabajó (kichwas y Shuars). También se preocupó por ayudar a las comunidades indígenas en el desarrollo social y de salud para lo cual conseguía fondos para ayudar a solventar los problemas más apremiantes de las comunidades.

El P. Jesús era una persona muy ordenada y cuidadosa, le gustaba hacer las cosas bien y le gustaba que toda actividad que realizara la pastoral indígena quedara registrada y documentada, de manera que si alguien nuevo se integraba al trabajo pastoral no tenga que empezar de cero sino que al leer el trabajo realizado continuara el trabajo hecho por su predecesor.

El P. Jesús caminó miles de kilómetros  para llevar el mensaje de Jesús a las comunidades, pues a la mayoría de comunidades que él visitaba no entraban vehículos ni se podía ir por canoa, había que entrar caminando y consciente de esta realidad  ayudó a algunas comunidades a empalizar los caminos en medio de la selva.

Recuerdo que en Julio del 99  consiguió  una ayuda para construir un camino entablado de 1000 metros sobre un pantano en la comunidad shuar de Taikiua. En la ejecución del proyecto estuvo trabajando codo a codo con la comunidad y  los 6 voluntarios españoles de los Hermanos de la Sagrada Familia que auspiciaban el proyecto.

En fin el P. Jesús Arroyo me deja un recuerdo y un testimonio de vida muy grande que me gustaría imitar con la gracia de Dios.
Nueva Loja, 12 de julio de 2012
Hno. Walter Eras López

LA VIDA NO ACABA BAJO LA COSECHA


Buscando una huella me largué a los rumbos y anduve caminos amando el tierral.
La huella se alarga, la meta no llega, la estrella me invita a seguir no más.
Amé los caminos que creía míos hoy veo que aquéllos son sólo de Dios.
Voy dejando amigos que toman desvíos, misterios distintos del que tengo yo.
La historia se enancha, la huella se estrecha, la vida se encoge, quiere madurar.
Todo mi follaje, busca la semilla, sabe que por ella ha de perdurar. 
La vida, la vida no acaba bajo la cosecha, yo sé que en mi vida morir es callar.
Creo en el mañana, tengo fe en la tierra. Ella permanece para mi trigal.
Sigo su camino buscando una tierra con toda mi alma quisiera ser fiel.
En cada campana arrollo mi carpa. No quiero taperas si no he de volver.
El que está en camino nunca se despide.
Libre como el viento saluda al pasar.
Su sola querencia anida en la meta, que aún no conoce, pero alcanzará.
Todo lo que vive, hacia allí camina.
Sigue el mismo rumbo que camino yo.
Un día el encuentro volverá a reunirme con lo que he dejado por buscar a Dios.
Moriré en septiembre cuando todo estalla.
Blanquea el ciruelo despertando en flor.
Cuando el duraznero se viste de nuevo y todo renace a mi alrededor.
Dejaré el invierno como algo pasado, al que no se vuelve para nostalgiar.
Meterse en la vida brotar en la tierra, y con ella irse para el más allá.
Si busco la vida no hay otro camino. Es duro morirse pero hay que morir.
Sangrando en la huella me voy sur adentro. No puedo negarte de nuevo mi sí.
Sangrando en la huella me voy sur adentro. No puedo negarte de nuevo mi sí.
               
Esta hermosa canción de Roberto Ovejero, es una verdad en la vida de Jesús Arroyo. La vida que no acaba bajo la cosecha, la vida que no deja de ser MISTERIO. En memoria de ese misterio, la Vida Religiosa de Sucumbíos se siente en búsqueda permanente. Porque tenemos fe en la tierra, sabemos, queremos, deseamos seguir caminando. En nuestro amigo y hermano Jesús, hemos descubierto que no hay más camino que seguir sangrando en la huella e ir sur adentro. Más adentro de la historia,  Jesús Arroyo ha dejado un testamento profético para quienes compartimos aspiraciones, vida y esperanza. Ese testamento está arraigado en la pasión por Jesús y su Reino. Y no hay más acción y palabras que la entrega decidida y arriesgada que él hizo. Con él, nos sentimos en solidaridad con el pueblo de Dios, con los pequeños de nuestra Amazonía. Gracias, querido Jesús. 

 

miércoles, 11 de julio de 2012

LOS AMIGOS SE VAN…

Acabo de recibir la invitación de aportar testimonios sobre Jesús Arroyo.
Te mando el artículo que escribi en El Telégrafo este miércoles pasado 5 de julio.

Fraternalmente.
Pedro.
-----------------
Hay muertes que nos duelen más que otras. En mi caso, siento mucho dolor por el fallecimiento de Jesús Arroyo, sacerdote carmelita que acaba de fallecer en España después de un accidente de tránsito. Había dedicado la mayor parte de su vida sacerdotal al fortalecimiento de la Iglesia de Sucumbíos. “¡Qué buen obispo hubiera hecho entre nosotros!· se comenta en Nueva Loja.

Jesús era primero un buen amigo. Se identificó con los sufrimientos y los anhelos de la gente de Sucumbíos, en particular de las 5 nacionalidades indígenas de la provincia. Nos se había quedado en lamentos ni proclamas estériles, sino que ayudó a la gente a tomar conciencia de las causas de su situación infrahumana: ¡la provincia la más rica del Ecuador tiene el mayor grado de pobreza! Ayudaba a analizar estas desgracias a la luz de las sabidurías ancestrales, del Evangelio y de los Documentos eclesiales latinoamericanos. Esto había desembocado en muchas organizaciones populares con propuestas alternativas tanto de vida personal y familiar, como de vida social y eclesial.

En todo el país y más allá de sus fronteras, se conocía el trabajo de ISAMIS, la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos, ejemplo latinoamericano de Iglesia de los Pobres comprometida con las culturas, las mujeres, los jóvenes, los necesitados. Jesús era uno de sus puntales, incansable, humilde y tenaz.

El nombramiento atropellador de una congregación de tipo feudal y fascista no logró destruir el trabajo pastoral de 40 años de los Carmelitas. Después de 6 meses de destrucción sistemática de este trabajo pastoral a partir de los seglares y los ministros reconocidos, 18 miembros de los Heraldos del Evangelio tuvieron que salir de Sucumbíos por la puerta de atrás. El castigo vaticano no tardó en llegar: también los Carmelitas debían abandonar inmediatamente Sucumbíos. Para abogar por la reconciliación eclesial y social, monseñor Gonzalo López, expulsado sin consideración de la diócesis, hizo una huelga de hambre de 3 semanas en Quito.

Hoy en Nueva Loja quedan unos seguidores de los Heraldos animados por sacerdotes tradicionalistas y ajenos a la realidad, regalados por varias diócesis cercanas al opus dei. Actualmente un nuevo administrador episcopal busca una difícil reconciliación en el respeto de la Iglesia de los Pobres que se construyó bajo el impulso de los Carmelitas y de Jesús Arroyo en particular.

Los amigos se van -a Dios, Jesús-, pero quedan las huellas que nos dejaron para continuar el camino marcado.
 
http://www.telegrafo.com.ec/index.php?option=com_zoo&task=item&item_id=44909&Itemid=29

Conocí al Padre Jesús Arroyo cuando trabajaba en la Misión de Sucumbíos

Me llamó la tención su actitud cercana, su fraternidad, su sencillez. Llegaba a la gente de forma amable y con lenguaje sencillo. Era apreciado de todo el mundo especialmente de los más pobres. Su sentido del humor y su respeto por los demás le ganó el aprecio de sus compañeros. responsable, estudioso y muy carmelita en su vida. Misericordioso.

Con mucho gusto les envío esta síntesis del recuerdo que me dejó este sacerdote extraordinario, espero conocer el libro que saquen. Hna. Eva Julia Sastoque P- CM