viernes, 31 de agosto de 2012

"Do not stand at my grave and cry, I am not there... I did not die..."

Son dos meses ya y sin darme cuenta siento de nuevo lágrimas rodar por mis mejillas involuntariamente, mientras mis ojos siguen buscando la sonrisa tierna y paternal del Maestro y Amigo en el lugar de siempre. Y es entonces que en mi interior vuelvo a escuchar sus palabras llenas de Amor, llenas de" sustancia y no de viento", allí donde solo pocos llegan y con infinita dulzura tocan, restauran y siembran. Pocos, si, de aquellos que son perseguidos por amar a sus ovejas, por conocerlas y cuidar de ellas, por sacrificarse por ellas, en lugar de solo pretender dirigir con arrogancia rebaños desconocidos.
 
Quizás no recorrí muchos caminos a su lado (todos los que hubiera querido) pero de su mano descubrí caminos desconocidos en el fondo de mi corazón. Quizás no llegamos a escribir ni concretar tantos y tantos sueños, pero bien supo imprimir junto a las Teres y San Juan de la Cruz las letras más bellas en el libro de mi vida. Tal vez no llegó a enseñarme a construir andamios, pero edificó y consolidó con maestría la fortaleza espiritual de mi alma. Si, quedaron tantas preguntas sin respuestas, tanto por aprender, tanto por crecer, tanto por hacer...
 
Estos días estuve contemplando sus árboles, su río, sus caminos, su gente y volví a extrañar de nuevo su abrazo enorme y cálido, pero de pronto su Luz y su Alegría inundaron con fuerza lo profundo de mi ser. Y al cerrar mis ojos pude escuchar su voz repitiendo que "Dios nos dio la vida para ser felices, inmensamente felices!!" y comprendí que más allá de cualquier entendimiento, la esencia de Padre Jesús simplemente está viva, está aquí, sigue aquí y sigue vivo! En esa felicidad infinita que nos transmitió y nos transmite, en cada recuerdo, en cada memoria, en cada corazón. En cada vida que tocó e iluminó. En todo lo que significó Jesús Arroyo, el misionero íntegro, valiente, humano. Porque así como Jesús el Señor no murió, el Amor nunca muere, y Jesús Arroyo fue, es y será siempre Amor.
 
Gracias infinitas Señor por el honor, el privilegio y la bendición de haber recibido en nuestro pequeñito Ecuador al hermoso regalo de vida que fue Padre Jesús Arroyo.
 
María Fernanda Hidalgo Ayala
 
"Do not stand at my grave and weep,
I am not there... I do not sleep.
I am the thousand winds that blow...
I am the diamond glints on snow...
I am the sunlight on ripened grain...
I am the gentle autumn rain.
When you waken in the morning's hush,
I am the swift uplifting rush
Of gentle birds in circling flight...
I am the soft star that shines at night.
Do not stand at my grave and cry—
I am not there... I did not die..."

lunes, 27 de agosto de 2012

"Él está con nosotros ¿quién contra nosotros?"

Y la vida se impone, la definitiva... la plenitud se va haciendo claridad en la vida del Arroyo, cada vez más sorprendido como solía hacerlo entre nosotros, ante las pequeñas cosas que nos rodean... cuánto más ante la plenitud de Dios en su vida... Ya te veo hermano "como un niño pequeño en manos de su Padre" así dice el salmista... "Ven Bendito de mi Padre" te repetirá el Nazareno y tu certeza de AMOR será regocijo total por un Dios infinitamente tierno que traspasará tu profunda mirada y te acurrucará en su regazo. Anda Arroyo, disfruta de lo que tan bien conoces porque lo practicaste: el AMOR, anda y siéntete libre, bromea y tómale el pelo a tus amigas Teresa y Teresita, que tienes mucho que hacer en el cielo... haciendo el bien en la tierra. 
De nosotros, los 4ever, y me imagino Isamis, ocds y demás... no te preocupes, estaremos atentos y pro-activos como nos quieres, esto es de Dios y si "Él está con nosotros ¿quién contra nosotros?" Descansa trotamundos que el cielo necesita de tus ocurrencias y nosotros queremos llevarte dentro y desde allí volvernos a abrazar.

sábado, 18 de agosto de 2012

VIAJE A LA MISIÓN DE SUCUMBÍOS



Por invitación que se nos hiciera de parte de Mons. Gonzalo López Marañón a la Misión de Sucumbíos; el día jueves 30 de septiembre del 2004, con ánimo dispuesto partimos desde la ciudad de Quito a las 6:30 de la mañana en dos carros con el Padre Jesús Arroyo, Padre Vinicio Pástor, Padre Pedro Luis Rodríguez, Hna. Marcia Presidenta de la Asociación “San José”, las Hnas. Elizabeth, Patricia, Alicia, Silvia y Hna. Beatriz de la Consolación. A la salida de la ciudad se cargó de gasolina los vehículos, pasamos por Pifo cerca al terreno donde va a ser el monasterio del Carmen Bajo, por Papallacta el tiempo estaba nublado y lluvioso; al paso observamos el lugar donde se accidentó el Padre Emilio y en otro el Padre Guillermo Caballero ¡Que en paz descansen!, más adelante en una tienda compramos caramelos para compartirlos con nuestros compañeros del otro carro, al llegar al Chaco nos bajamos y entramos a un pequeño restaurante para tomar algo de comer y comentar algo del viaje. A lo largo del viaje observamos cerca de la carretera los oleoductos del petróleo, se presentaban muchos espacios y lugares para tomar fotos, mientras avanzábamos el camino, no se veía que salgan camiones ni buses de Sucumbíos; lo que hacía pensar que tal vez haya algún derrumbe y nos quedaríamos por ahí, pero gracias a Dios no era así, todo iba bien. Seguidamente pasamos por Borja y otros pueblitos, cruzamos ríos pequeños como el Salado, el Malo, el Bueno, entre San Rafael y Lumbaqui que está el Volcán Reventador; ahí todavía se podía observar el desastre causado cuando erupcionó hace dos años, también conocimos las dos cascadas y que más abajo se observa otra, pasamos a Cascales, a lo lejos divisamos un puente colgante; el de San José construido por Tony (el Suizo); nos acercamos y entramos por un desvío, nos bajamos de los autos y lo cruzamos al Rio Aguarico, nadie se mostró con miedo, desde el otro lado sacamos fotos y regresamos para avanzar el camino, nos encontramos con capillitas, escuelitas una de ellas La 5 de Marzo; El Padre Pedro Luis comentaba del esfuerzo y colaboración de la gente, también decía que la gente se va a sorprender al vernos a nosotras como monjas y con este tipo de hábito. Llegamos a Sevilla encontramos al Padre José Septién quien nos esperó con el almuerzo preparado y junto con algo que habíamos llevado nos servimos todos, luego fuimos a mirar las 4 piscinas donde crían los peces (tilapias) había una más pequeña donde los cuidaban a los más pequeños, había también una oveja africana cubierta la piel de pelo y no de lana. Luego el Padre Jesús con toda la ilusión y el interés del caso, nosa enseñó a través de la computadora el espacio geográfico de todo el Proyecto de la Misión: la Casa de espiritualidad, la casa de acogida y el lugar donde va a ir el Monasterio. Luego salimos de Sevilla a las tres de la tarde pasando pequeños pueblitos llegamos a la Universidad Agropecuaria “Doña Godina” de Santa Cecilia; un trabajo de la Misión que hace que la gente aprenda el proceso de cultivo de las plantas, el cuidado de los animales. Pues aquí los alumnos reciben los materiales necesarios para hacer producir en sus casas, luego llevan esa producción a la universidad en donde elaboran con ello: la mantequilla, el queso, el yogurt, además en este aspecto se ve que se aprovecha toda materia prima, inclusive con el estiércol de los chanchos y de las vacas se procesa el gas, un recurso que les sirve para el funcionamiento de las maquinarias y de este modo la preparación y formación les sirve para adquirir un título profesional. Luego visitamos la Emisora Sucumbíos, pues el personal que trabaja aquí son muy amigos y aprecian mucho a nuestros Padres Carmelitas, muy atentos nos explicaron parte del funcionamiento de los equipos en las diferentes dependencias de la radio: un trabajo minucioso, de mucha dedicación, responsabilidad y trascendencia para toda la audiencia como medio de comunicación, también pudimos visitar el Colegio “Pacífico Sembranos”, la Catedral del lugar que se encontraba en proceso de construcción. 


Entre oscuro y claro del día llegamos a la Casa del Vicariato donde nos recibió Mons. Gonzalo López, celebró una santa Misa porque no habíamos comulgado y como acción de gracias al Señor, enseguida nos servimos una deliciosa cena para luego retirarnos al descanso. Al otro día tuvimos un bonito amanecer, el cantar de la naturaleza, el ruido del Río Napo nos hablaba de la bondad de Dios y con mucho entusiasmo nos disponíamos para recorrer Isamis; conocer como están organizadas las comunidades indígenas Shuaras, cofanes. Luego nos dirigimos a Puerto Libre, en medio de una gran congregación, nos preparábamos todos para vivir la Eucaristía presidida por Mons. Gonzalo López y concelebrada con varios sacerdotes; cuya celebración tenía como fin principal el colocar la Primera piedra para edificar la Casa de Espiritualidad. Luego de colocar la piedra en el lugar designado, todos nos servimos el almuerzo preparado con la colaboración de toda gente de buena voluntad, después visitamos el terreno donde se pensaba construir el monasterio de las carmelitas descalzas a fundarse con el tiempo. Ya a la tarde nos pusimos en camino de regreso, a las 7 de la noche llegamos al Chaco, tomamos un café y con salud y bienestar gracias a Dios llegamos a Quito siendo las 10 de la noche.    

Madres Carmelitas
Carmen Alto
 Quito

viernes, 17 de agosto de 2012

EN RECUERDO DEL HERMANO Y AMIGO JESÚS ARROYO


No podemos recordar a Jesús Arroyo solo. No podemos separarlo de sus hermanos carmelitas descalzos, nos resulta imposible verlo aislado, sin la referencia de la Iglesia San Miguel de Sucumbíos, de Mons. Gonzalo López Marañón y sin la cercanía de Pablo Gallego, Juan Berdonces, Juanito Cantero, José Setién, los sacerdotes diocesanos Edgar Pinos, Pablo Torres, Raúl Ushca, los religiosos y religiosas y los/as misioneros/as laicos/as Teresa Escuín, Cruz Félez, Magdalena, Teresa Toribio, Germán Senosiaín, los hermanos de las Comunidades para la Iglesia y el Mundo (COIM), los animadores/as, los ministerios laicales  y tantas otras personas que han ayudado en el caminar de ISAMIS.

Y es que en ISAMIS con Mons. Gonzalo López Marañón, los carmelitas descalzos, los sacerdotes diocesanos, los/as otros/as religiosos/as y laicos/as comprometidos/as hemos vivido un período en el que hemos sentido la promesa y nuestra pequeña realidad de lucha y esperanza. Con su entrega y ejemplo hemos entendido que el pastoreo es un servicio y no una imposición, que  no creían que evangelizar sea mandar y, mucho menos, dominar, sino "dar la vida por las ovejas" (Jn 10,11).      

¿Qué se puede escribir entonces en memoria del hermano y amigo Jesús Arroyo, sobre todo cuando aún no se termina de asimilar que ya no estará más con nosotros, cuando se le siente vivo y presente, cuando se espera que en cualquier momento regrese a continuar las conversaciones y las acciones que quedaron iniciadas y sin concluir?

¿Cómo expresar el afecto, la sinceridad, la acogida, la fe profunda,  la esperanza y confianza en Dios, el amor a Cristo y los hermanos, especialmente de Sucumbíos, que sentía y transmitía Jesús en sus palabras y acciones?

Ciertamente es difícil hacerlo y por ello nos limitaremos a dar un testimonio que, por ser subjetivo, no puede menos de ser parcial y limitado.

De Jesús recordamos su mirada profunda, sus manos grandes que se tendían con franqueza y amistad, su sonrisa clara que estallaba en carcajada en cualquier momento, su abrazo fraterno, su claridad de ideas, su calma que brotaba de una paz interior que ni las peores contrariedades podían turbar.

Misionero de a pie, de mochila, gorra y botas de caucho, caminante permanente del verde mar de la selva amazónica. La imagen de Jesús caminando por los barrios de Lago Agrio, por la selva en visita constante a las comunidades indígenas es el reflejo de su compromiso por los/as más pobres y olvidados y de su caminar junto a ellos/as.  

Sacerdote y carmelita de una sola pieza. Ahora que muchos sacerdotes tienen como principal preocupación el hacer presente su dignidad y autoridad sacerdotal, debemos decir que Jesús las ejercía sin estridencia ni aspavientos, de forma natural con la cercanía, el amor y el servicio a los hermanos que, a ejemplo del Buen Pastor, se esforzaba día a día por ser puerta de entrada y dar cabida a todas las personas. Nadie en Sucumbíos preguntaba  dónde estaba el hábito de Jesús, su persona era el hábito y el espíritu del Carmelo.

Queremos ahora recordar 4 imágenes de la vida de Jesús que nos completan su personalidad:
 
La espiritualidad y pastoral de Jesús Arroyo
Hemos tenido la suerte de escuchar algunas reflexiones y meditaciones de Jesús y, si como dice el evangelio, “de lo que hay en el corazón habla la boca”, Jesús tenía siempre cono referencia la Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo como buena noticia para todas las personas y, de manera especial, para los más pobres.

Junto al Evangelio se reconocía la espiritualidad propia del Carmelo Descalzo, la Virgen del Carmen, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y Santa Teresita. No hay duda que la espiritualidad carmelitana era parte integrante de su ser.

¿Y en el campo pastoral? Su guía era el Concilio Vaticano II y los documentos de las conferencias episcopales latinoamericanas de Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida. Con estas referencias fue uno de los principales impulsores de los sucesivos proyectos de  planificación pastoral  de ISAMIS, de una iglesia que siempre quiso caminar con dos pies: la fe vivida en las comunidades, en los movimientos, en los/as animadores/as y en los ministerios eclesiales y laicales y el compromiso social a través de las organizaciones populares.

Concebía una iglesia comunidad de comunidades, abierta, misionera y comprometida con los hombres y mujeres de nuestro tiempo.     


Su presencia en las comunidades.
Con la sencillez del caminante, Jesús llegaba a nuestra comunidad para presidir una reunión o celebrar la eucaristía en honor de Nuestra Madre la Virgen del Cisne. De sus labios y boca brotaba la Palabra de Dios de forma clara y sencilla, como fuente de fe, esperanza y compromiso. Nos invitaba a acercarnos al altar a compartir el Cuerpo del Señor y a compartir la vida con sus alegrías y tristezas, a comprometernos en la lucha por una sociedad más justa y fraterna.

La liturgia viva, la reflexión comunitaria, la celebración festiva de los sacramentos, la fe en Cristo Resucitado y en la Mamita Virgen se hacían presentes en nuestras  vidas con la sencillez de niños que se sienten amados y acogidos por Dios.

No creía era necesario recurrir a trucos de  funambulista, parafernalia rimbombante u oropeles llamativos, para él la fe se debía expresar de forma cálida e íntima en el seno de la comunidad cristiana.

En la acción y compromiso social.
La acción social de ISAMIS y de Jesús es inseparable de su trabajo de evangelización. El apoyo a la creación y formación de organizaciones populares ha sido y es una de las acciones principales del vicariato. Los programas sociales de ISAMIS a favor de los/as niños/as y adolescentes sin hogar, en el campo de la educación, de la salud, del desarrollo sostenible, de los derechos humanos  eran parte constitutiva de la pastoral del Vicariato de Sucumbíos. Jesús sentía una especial cercanía con las organizaciones populares, con sus luchas, propuestas y reivindicaciones. 

Un hecho concreto:

El 12 de octubre de 1992 con motivo del aniversario de los 500 años de la invasión de América las comunidades indígenas de Sucumbíos decidieron bloquear las vías para impedir la circulación terrestre. Las mujeres de la Comuna Kichwa 5 de Agosto junto con sus hijos e hijas pequeños se posicionaron en las cercanías de Lago Agrio, poniendo, como mínimo obstáculo, unos pequeños palos. Un petrolero borracho arremetió contra la pequeña barricada y atropelló a las mujeres y sus niños/as, murieron 3 mujeres y 3 niños en el acto, pero las mujeres heridas y sus niños fueron 12, muchos/as de gravedad. Al recibir la noticia fuimos con Jesús al hospital donde vimos que no estaban recibiendo la atención requerida por la falta de medios y que muchas de las heridas merecían un tratamiento especializado que no era posible en Lago Agrio. Inmediatamente nos dirigimos al campamento de Petroecuador (Petroamazonas, en ese tiempo) y exigimos la venida del pequeño avión de la compañía estatal para trasladar a Quito a las personas más graves; a fuerza de insistir y de presionar a las autoridades, logramos que el avión sirviera de ambulancia aérea en esta emergencia para 8 personas. Lamentablemente en Quito falleció una joven mujer indígena más, pero el resto pudo salvarse. Y es que para Jesús la vida era la principal prioridad que debía defenderse por encima de todo.

Jesús y la resistencia ante el abuso de Los Heraldos
La llegada de los Heraldos del Evangelio supuso una ruptura violenta y agresiva contra lo que había sido la pastoral y la vida de ISAMIS. Los Heraldos del Evangelio eran un error y un horror. En Sucumbíos las personas de las comunidades y los que habíamos participado de la experiencia de ISAMIS no nos pudimos enseñar a sus modos y maneras, nos dolían enormemente sus ademanes rígidos, sectarios y prepotentes; no podíamos aguantar su talante para-militar, su lucimiento de capas, trono, cetro y corona, en vez de sandalias, amor, sudor y cayado. Nos dolían sus agresiones, calumnias y su afán por destruir todo lo edificado a lo largo de tantos años de lucha y esfuerzo. No era justo, no era evangélico, ni siquiera era aceptable  humanamente.

Desde Sucumbíos y, tras la expulsión de los carmelitas, desde Quito Jesús animó la resistencia ante esta agresión que, al final, fue reconocida como un error por la propia Conferencia Episcopal Ecuatoriana y el estado, que terminaron pidiendo a los Heraldos que se retiraran de Sucumbíos.

Para Jesús lo más importante era que las comunidades y las organizaciones populares siguieran vivas. En los momentos más duros que hemos vivido en el último año y medio Jesús nos decía: “Tenemos que seguir adelante, debemos seguir caminando, defender a ISAMIS es ser fieles al Señor, es un servicio a la Iglesia y al pueblo de Sucumbíos”.  Tenía muy claro que con la salida de Monseñor Gonzalo las cosas no iban a ser igual, pero siempre mantuvo la confianza en las comunidades, en los movimientos eclesiales y en las organizaciones populares y en su capacidad para continuar adelante.

Veía con gran esperanza el camino de reconciliación iniciado con el ayuno de Mons. Gonzalo y seguido con valentía por Mons. Paolo Mietto; creía que, a pesar de las dificultades, era posible recuperar la unidad, conciliando las diferencias en la construcción de una Iglesia Viva y Misionera.
  
Nuestro hermano y amigo Jesús Arroyo nos ha dejado, lo recordamos con la esperanza que nos viene del Jesús Vivo, del Padre Dios  y del Espíritu Vivificador.  Su vida ha sido un regalo del Señor y como tal agradecemos su amistad, testimonio y entrega, como un don que se dio hasta el final.

El P. Jesús vive ahora en Dios, en las comunidades y en las organizaciones, camina junto a nosotros y nosotras y, por eso, no  podemos detenernos. Nos ha dejado su mochila, su rosario y la Palabra del Señor, que eran su único equipaje para caminar por la selva en sus permanentes visitas a las comunidades indígenas, las campesinas, los barrios pobres, con las mujeres y los jóvenes; grupos de vida a las que tanto amaba. 

Nos llama e invita a recoger su mochila, a ponernos de nuevo las botas de caucho y con las únicas armas de la  Palabra de Dios, con la fe, la esperanza y el amor, seguir  el camino. Los que lo hemos conocido y amamos a la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos seguimos caminando con dolor por su pérdida, pero convencidos de que estamos construyendo el Reino de Dios.

Tenemos la seguridad de que el P. Jesús nos acompaña. 


Xabier Villaverde

jueves, 16 de agosto de 2012

...fue un viaje laaaaaaargo, pero feliz, compartiendo la vida.


Hablar de Jesús nos resulta muy difícil, pues su vida abarca tantos aspectos que tememos no poder expresar lo que ella ha significado para todos, y en especial para nosotras. 

Nos hacemos eco de tantas cartas, palabras, reflexiones y anécdotas en torno a nuestro querido hermano Jesús. Esta palabra –HERMANO- es la que sintetiza la experiencia que hemos tenido de él.
Queremos contarles algo que lo pinta de cuerpo entero, y que nos habla de su sencillez, su amor a la gente, sobre todos los pobres, y su capacidad de vivir con alegría los acontecimientos cotidianos.

Una de las tantas veces que emprendimos el viaje desde el Centro de espiritualidad en Puerto Libre a Lago Agrio, nos encontramos con que el bus no pasaba. Tuvimos que empezar el día caminando hasta Puerto Libre y desde allí, Jesús, que se había adelantado, nos ofreció viajar en el camión del lechero. ¡Cuánto gozaba con estas experiencias! Pero el viaje no se limitó a “amontonarnos” en la parte de atrás, con tanque de leche incluido y todos los vecinos que se quedaron sin bus, sino que Jesús, con su servicialidad, era el que llenaba el tanque lechero con el aporte de la leche que las familias ofrecían por el camino.

Como consecuencia, fue un viaje laaaaaaargo, pero feliz, compartiendo la vida. La grata sorpresa fue al bajar, cuando Jesús sonreía radiante porque el lechero no había querido cobrarle el pasaje por su trabajo solidario. 

Aquí les adjuntamos una foto de ese día. Un abrazo grande a todos, sus hermanas carmelitas argentinas-sucumbienses.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Con Jesús uno se sentía bien siempre...


Soy el Hno. Pau Fornells Sala, Marista, y tengo 57 años. Actualmente estoy viviendo en Popayán (Colombia), pero soy natural de Celrà (Girona-España). Viví 14 años en Ecuador.

Conocí al P. Jesús en enero de 1998, cuando visité a mis hermanos maristas que acababan de instalarse en el Equipo Misionero Indígena del Km. 20 de la vía de Lago Agrio a Quito. En aquel momento, me sorprendió su jovialidad, cercanía y la alegría con que nos saludaba.

En mayo del 2000, fui destinado a trabajar en la Pastoral Indígena de Sucumbíos, donde permanecí hasta noviembre de 2005. Por tanto, tuve oportunidad de conocer muy de cerca la rica personalidad de Jesús. Nos encontrábamos todos los meses en los encuentros de los EPIS (Equipos de Pastoral Indígena de Isamis), también en otros encuentros de Isamis y la casa del EPI Centro, donde residían los Carmelitas de la Pastoral Indígena, era como nuestra casa, donde pernoctábamos muchas veces. También tuve la suerte de poder acompañar a Jesús en algunas entradas a las comunas shuar y kichwa.

Con Jesús uno se sentía bien siempre. Era muy alegre y continuamente te hacía sonreír con sus comentarios. Te contaba cantidad de historias de su vida, especialmente las relativas a su vida en Sucumbíos, el desarrollo de Isamis, sus vivencias en las comunidades indígenas, etc. A todos los misioneros nos gustaba entrar con Jesús a las comunidades. Creo que, sobre todo, porque su presencia nos inspiraba una gran seguridad en lo que íbamos a hacer. Jesús era un gran conversador y eso hacía que todo el mundo estuviera pendiente de lo que decía. Recuerdo que, especialmente, los niños eran muy sensibles a su presencia. Alguna vez yo le dije, riéndome de él, “Jesús, creo que te equivocaste de vocación, pues tendrías mucho éxito como hermano marista”. Se rió, agradeciéndome el halago, pero me dijo que se sentía muy feliz como carmelita y como sacerdote.

Si tuviera que escoger una frase de Jesús, escogería la que solía repetirnos con frecuencia cuando nos encontrábamos por esos caminos de Sucumbíos. “¡Que te atropelle la felicidad!”. Eso era lo que él irradiaba y eso era lo que trataba de transmitir a todos con palabras o sin palabras.

Yo estudié mi licenciatura en el Teresianum de Roma; por eso, me encantaba oírle hablar con tanto cariño de la congregación y especialmente de sus santos y santas. El me ayudó a descubrir más a San Juan de la Cruz y también a Santa Teresa, Santa Teresita, Edith Stein, etc. Jesús acompañó durante 5 años mi dirección espiritual y era mi confesor habitual. Fue una bendición de Dios para mí. Siempre sabía encontrar tiempo. Siempre sabía atinar en la ayuda precisa para calmar mi corazón atribulado o para levantarlo hacia cumbres de entrega, generosidad y alegría.

Solíamos hablar mucho de la Iglesia, de la Vida Consagrada, de Isamis, de los equipos misioneros... del presente y también de los sueños del futuro. Él entendía y animaba muy bien nuestra vocación exclusiva de hermanos en la Iglesia, cosa no muy frecuente en la Iglesia actual, y me decía que teníamos un aporte muy bonito que hacer, sobre todo desde nuestro modelo de fraternidad y no tanto por nuestra eficiencia educativa. De eso, hablábamos mucho.

Cuando fue destinado a Quito como Delegado de los Carmelitas en Ecuador, yo seguí viéndome con él para seguir mi dirección espiritual. Le encontraba a faltar, pero nuestros encuentros siempre volvieron a ser muy cálidos y productivos. Era una fiesta ir a su comunidad, ya fuera en Santa Teresita o en El Inca.

Jesús quería entrañablemente a sus hermanos y se preocupaba mucho por ellos. Podían discrepar en asuntos particulares de Isamis o de Iglesia, en general, pero uno notaba cómo los quería y se preocupaba de cada uno. Recuerdo mucho cómo sufrió cuando uno de sus hermanos, gran amigo suyo, se retiró de la congregación. Me dijo que había hecho lo imposible para animarle a seguir y cuánto le dolía la separación, pero que parecía que los caminos del Señor eran otros y los aceptaba. Nunca le oí una mala palabra contra nadie de sus hermanos; todo lo contrario, los defendía siempre aunque no comulgaran con sus ideas o su manera de concebir y hacer Iglesia. Era un gran conciliador.

Sufrió muchísimo, como todos, la situación producida en Isamis por las decisiones del Nuncio y del Vaticano. Pero nunca se le fue una palabra de más, aun luchando contra esas decisiones y manifestando su discordancia. Amaba extraordinaria-mente la Iglesia y eso le hacía sufrir mucho más.

¡Y cómo amaba la vida contemplativa! Doy fe de ello. Jesús era un contemplativo en la acción. No podía ser de otra manera. ¿De dónde salían sino esas palabras que nos llegaban al corazón, especialmente en la dirección espiritual?

Doy gracias a Dios, a su querida familia de carne y sangre, a la congregación carmelitana por la persona del P. Jesús María Arroyo: un regalo para muchísima gente, creyente y no creyente; un hombre de Dios enraizado en la vida, en la política, en lo concreto, con palabras especiales para cada uno (una) que se encontraba por la vida.

Descansa en paz, Jesús. Sabemos que vives para siempre y sigues caminando entre nosotros como la luz que siempre fuiste y la alegría de nuestro caminar. Ahora mismo me viene la frase de Jesús: “Venid a mí todos los cansados y agobiados, y yo os aliviaré”. Así fue Jesús para mí y para muchísimos que compartieron con él y que así me lo transmitieron.


Hno. Pau Fornells Sala, FMS

miércoles, 8 de agosto de 2012

Homenaje póstumo de Carmelo Mendiz


Buenos días, dentro de la cantidad enorme de gente que conocía mi tío hay mucha variedad, él nunca negó su amistad a nadie con todo lo que ello implica.

En Zaragoza conocía a dos bellísimas personas que tengo el gusto de haber conocido personalmente Mª Pilar y Carmelo.

Pues fijaros que hemos descubierto que Carmelo Mendiz es un grandísimo artista y como homenaje póstumo a mi tío le ha realizado un retrato que es digno de admiración por como ha conseguido plasmar lo que fue mi tío y además con una técnica poco frecuente (tinta china y caña, no pincel).

Para todos los que queráis admirar la obra de este artista hay una página web donde se puede ver parte de ella. (www.carmelomendiz.es/)

Sin otro particular os dejo para que admiréis con tiempo este retrato que a mí personalmente me ha dejado impactado.

Un fuerte abrazo.


Raúl Pérez Arroyo

martes, 7 de agosto de 2012

Su partida ensombrece mi alma.

 
Ciertamente hablar sobre el Hermano, el Amigo, el Líder, el pana, el parcero, el más cercano entre los cercanos que se nos adelantó a la vida luminosa, me resulta complicado, difícil, doloroso, triste. El día de su viaje a España, nos despedimos para volver a vernos. Que misterio. Eso sí, nos reímos hasta ese día, frente a Santa Teresita, en Quito, tomándonos el consabido tinto, expreso claro está, fuerte como fuerte es nuestro Jesús Arroyo, el luchador, el emprendedor, el soñador, el travieso, el integro, el noble, el solidario, el misionero, el leal, …..

Cuando el Vini me comentó que está en proceso publicar un libro sobre el paso del Jesús por nuestra tierra, me emocioné mucho. Es lo menos que podemos hacer para que los que nos sigan en este camino de amor hacía los Hermanos pobres, donde estos se encuentren. Es necesario dejar su testimonio de este descomplicado Hermano Carmelita que con Amor y Sabiduría, marcó distancia de la iglesia oficial sobre la valoración de ese oprobioso régimen económico en que vive la jerarquía romana. Jesús vivió siempre lo social, esa doctrina que surgió a partir del Concilio Vaticano II. Le marcó dentro de lo religioso, la ética, viviendo intensamente como nuestros Hermanos Shuaras y Ashuaras, los kichuas, los secoyas, los pobres de Sucumbíos y del país. Ahí caminábamos por la Lucha de los Pobres, la Bota, el Comité del Pueblo, en fin, muchos rincones de Quito, llevando la Palabra del Dios de los Pobres.     

Era en lo que con Jesús el compromiso compartido. Si habían circunstancias cambiantes (como de hecho los hay: los fatídicos defensores de los heraldos paramilitares que están en la Conferencia Episcopal y la nunciatura), nos acompañábamos con religiosos y seglares comprometidos para no quedarnos solos ya que nos tocaba vivir nosotros antes que nadie lo que es la lealtad para con la opción de los pobres. Esta es una virtud que el Jesús nos desarrolló en nuestra conciencia. Sin duda alguna, era una persona indudablemente más evolucionada. Un Maestro!! 
 
Sentía tener una obligación para con los demás. Defendía inteligentemente en lo que creía, en lo que creemos. Lograba llevar la amistad a una etapa cada vez más profunda. En él no existía lo superficial, lo liviano (ni las colas light le gustaban) Todo lo asumía con profundo respeto, seriamente, sin ambages. Todo compromiso lo asumía con alegría, con entusiasmo, con profundidad. Era notable!!

¿Cuál era la llave de su éxito en sus emprendimientos?: la LEALTAD. Valor nada fácil de encontrar, pero en el Jesús era un don que nuestro Dios le concedió. Nunca abandonó a los abandonados, a los pobres. Era su razón de vida. Todos confiábamos en él. Lo amábamos y lo disfrutábamos. La lealtad siempre fue mutua. Es eso lo que nos permitió desarrollar una amistad profunda y sencilla. La LEALTAD.  (Así mismo para la mujer amada) La lealtad es amor bondadoso en acción. La lealtad es potenciada por la energía que viene hacia nuestro cuerpo al cuidar nuestras actitudes y pensamientos. La lealtad desarrolla nuestra alma en conciencia, transformándonos en la creación más hermosa posible de un ser humano. Eso y más, mucho más, era nuestro buen Hermano Jesús, responsable, honesto, respetuoso y demás virtudes que surgen de lo profundo, de lo cotidiano.

Su partida ensombrece mi alma.

Bernardo Moscoso

lunes, 6 de agosto de 2012

Gracias, querido Jesús Arroyo [Tony el Suizo]

Indonesia, 01. Julio 2012

Aquí en la lejana Asia me he enterado hoy de la despedida de nuestro querido hermano Jesús. No esla primera vez que Jesús y yo nos despedimos, y ojalá por ello sea un poco menos doloroso.

Mi nombre es Toni el Suizo, y soy un puentero de los pobres. Comencé mi largo camino en Lago Agrio, después del terremoto en 1987, a la edad de 19 años.

Hoy, 25 años más tarde existen ya 570 puentes colgantes para un millón y medio de campesinos pobres y valientes. Son campesinos musulmanes aquí en Indonesia, budistas en Birmania, Camboya y Laos, y cristianos en Ecuador y América Latina. Pero el amor es el mismo, y el sacrificio también.

Este servicio tuvo un buen comienzo gracias al ejemplo de amor y sacrificio que me dieron allá en Lago Agrio este mismo Jesús Arroyo, el Obispo Gonzalo, y los hermanos y las hermanas de la Misión.

Comenzaron por darme posada, alimento, amistad y música. Y cuando enfermo de la malaria - no una vez sino dos - fueron ellos quienes me pusieron de pie de nuevo.

Fueron ellos quienes en su internado y en su colegio educaron a mi fiel colega soldador Walter Yánez. En 1992, al salir de Lago Agrio hacia el resto del Ecuador, escuchamos en la radio de nuestro viejo camioncito las siguientes palabras de Jesús, al micrófono de su querida Radio Sucumbíos.  Palabras que me han acompañado ya 20 años. Hasta aquí, en las afueras de Jakarta en Indonesia.
Gracias de todo corazón, querido hermano y amigo Jesús!

Tony

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Despedida Lago Agrio 1992 Tony El Suizo
[AUDIO]

viernes, 3 de agosto de 2012

Agradecimiento de la Unidad de Transplantes de Burgos

Hola a todos, 

Qué tal estáis,? Bueno, de nuevo aquí me tenéis para compartir con vosotros esta carta que nos han enviado de la Unidad de Trasplantes de Burgos.

Os pongo también las letras que me ha enviado mi hermano Raúl:

“Mi querida hermana, que bonito y que feliz me siento de poder confirmar que nuestro tío en su último acto siguió “sembrando vida” como dice el lema de Isamis. Es todo un lujo haber tenido un tío así de generoso que hasta en su último suspiro siempre pensó en los demás, y que feliz estará allá con el Padre viendo su última obra.

Lo dicho, esto no es sino un mensaje de él para todos nosotros, sigue presente allá por donde vayamos y siempre nos recordará en cada pobre, en cada niño, en cada persona que nos crucemos en la calle, porque su espíritu es infinito y así nos lo está demostrando.
Un fuerte abrazo de tu hermano”.

Y uniéndome a sus palabras, simplemente me queda deciros hasta pronto. Que todo os vaya muy bien o como decía Jesús “que os atropelle la felicidad”.

Un abrazo enorme y besos mil, siempre vuestra, Susi

Jefa de Sección de Promoción Deportiva
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